jueves, 24 de octubre de 2013

Mariposas bonitas



Había una vez una mariposa que vivía en una montaña, era verano y hacía calorcito. Pero la mariposa intuyó que iba a nevar y decidió meterse en la casa de una chica. Se colocó sobre una pared con las alas cerradas, en forma de triángulo. De vez en cuando, revoloteaba por el salón llenándolo todo de alegría con el color de sus alas. A veces se camuflaba en el estampado de la pantalla de una lámpara. La chica no salía de su asombro, porque nunca había visto una mariposa tanto tiempo seguido. Y cuando ya se había acostumbrado a su presencia, la mariposa empezó a volar para arriba y para abajo del cristal de la ventana y empezó a hacer unos ruiditos parecidos a los que hacen los abejorros, pero más finos y delicados. La chica se dió cuenta de que se quería marchar, abrió la ventana y después de despedirse durante unos segundos se fue, volvió a la Naturaleza , a su casa entre las montañas.
Por eso quiero decirle a Silvio Rodríguez, que también hay mariposas sonoras, además de las mariposas silenciosas que salen en su canción.
                                                    Recibid un cordial saludo,
                                                                                           Mª Paz Alberca, La poetisa errante.

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