jueves, 5 de junio de 2014

DON JUAN CARLOS , DON FELIPE Y DOÑA LEONOR

   
               Hace unos dos años que venimos preguntándonos: ¿Y qué es lo que le pasa al Rey?
Es que no quiere irse, o quizás sea que no se puede ir.

                Este lunes pasado, nos ha sacado de dudas, con el notición que nos dieron a las 10:30 de la mañana.
                 "El REY ABDICA EN SU HIJO FELIPE"
               
                Yo he sido de izquierdas casi toda la vida, menos en estos últimos años, que soy ecologista,
pero esta situación, no me ha impedido que me llevara un sobresalto cuando conocí que Don Juan Carlos I
se va jubilar dentro dos semanas.
                 Personalmente, yo tuve una corazonada, ya anteriormente, cuando El Rey mandó callar a alguien
en una cumbre latinoamericana.
                 Mi intuición me dijo entonces que al Rey, le pasaba algo.
                  Nuestro Monarca, ha cumplido y con creces su labor como representante de España y de todos los españoles.
                   Ya se que algunos quieren una República. Yo creo que la Monarquía Española siempre ha estado al servicio del Pueblo Español.
                    No creais que soy una pelotilla, que sólo veo lo bueno.También nos hemos llevado un chasco
con la imputación de la Infanta Doña Cristina. El tiempo lo arregla todo. Todos somos humanos y a veces
nos equivocamos o metemos la pata hasta el fondo. Todo tiene arreglo, y amigos de lo ajeno siempre los ha habido, aunque guardo la esperanza de que cada vez vayan a menos.

                     El Rey y la Reina, segiuirán trabajando, aunque a un ritmo más suave, supongo yo.

                      Al final de la ceremonia del Monasterio de Leyre, en Navarra, a mi me ha parecido que el Príncipe Felipe ha sonrreído como su madre y ha reído como su padre.

                     Don Felipe, Doña Letizia: os estamos esperando con alegría y con respeto.

                      A ti, pequeña Leonor, también te estamos esperando, porque el tiempo pasa volando.


              Recibid un cordial saludo,


                                                                          Mª Paz Alberca

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