Ayer estuve viendo el partido de los cuartos de final entre el Paris Saint Germain contra el FC Barcelona.
Los franceses vapulearon al Barça con cuatro golazos. Las estrellas del Barça no brillaron nada, ni Messi, que perdió muchos balones y no pudo rematar claramente a puerta, ni Neymar y mucho menos Luís Suárez.
Además, como hecho anecdótico, hay que destacar que dos de los goles de los franceses los metió un ex del Real Madrid, Ángel Di Maria, ante el regocijo que supone para los aficionados , plantilla y dirigentes
del club blanco este hecho.
Para pasar a la siguiente eliminatoria el Barça tendría que meter cinco goles por ninguno del Paris, algo que será muy difícil porque de principio de partido se estima que el París salga metido en su propio campo y aproveche las salidas a la contra para intentar aumentar su renta de goles.
También hay que destacar el mérito que tiene el entrenador del París Saint Germain, Unay Emery, entrenador español, en el que sus comienzos en este banquillo no fueron muy buenos pero poco a poco con el gran presupuesto económico con el cuenta el club ha ido formando un equipo muy competitivo y organizado que habrá que seguir su desarrollo y no está descartado que sea el nuevo campeón de la champions con el permiso del Real Madrid.
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