Suele llegar la primera, una semana antes de primavera, reconoce el territorio, y después van llegando las demás. Escogen edificios antiguos, conocidos de años anteriores. Si hay nidos hechos los aprovechan de nuevo después de limpiarlos o restaurarlos si los necesitan, llevando barro de los alcorques de los árboles con el pico. Una vez preparados los nidos, se dedican a formar las parejas y a estar volando por el campo todo el día. Cuando ya han puesto los huevos, están todo el día dándoles calor. Un tiempo después salen los polluelos y empiezan a recibir alimento durante todo el día que les traen dos o tres golondrinas adultas. Llegado el momento en que ya no caben casi en el nido, porque han crecido mucho, una golondrina adulta comienza el adiestramiento de vuelo durante un par de días. Los polluelos van haciendo prácticas hasta que ya son volanderos y se van por ahí con las golondrinas jefas. Cuando la crianza y el aprendizaje han terminado ya, se posan todas juntas, diez o doce, el número depende del año, si es frío o cálido durante la primavera y se dedican a vivir la vida durante todo el verano; siendo sus principales admiradores los niños del barrio.
Queridas golondrinas, si quereis volver este año, os estaremos esperando, con el corazón y los ojos muy abiertos.
Mª Paz
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