"El Cielo es la participación en la naturaleza divina, gozar de Dios por toda la eternidad, la última meta del inagotable deseo de felicidad que cada hombre lleva en su corazón. Es la satisfacción de los más profundos anhelos del corazón humano y consiste en la más perfecta comunión de amor con la Trinidad, con la Virgen María y con los Santos. Los bienaventurados serán eternamente felices, viendo a Dios tal cual es."
Catecismo de la Iglesia Católica, 1023-1029, 1721-1722.
El Cielo es un estado en el cual los hombres encontraremos la felicidad buscada y la conservaremos por toda la eternidad.
En el Cielo nuestra alma disfrutará al estar en contacto con Dios, y después de la Resurrección de los cuerpos, tendremos un cuerpo glorioso como el de Jesús resucitado.
Jesús en los evangelios nos habla de dar pan a los hambrientos. A la samaritana le da agua que quita la sed para siempre.
Tener el Cielo es tener a Dios y tener a Dios es vivir en gracia.
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