Posee en su parte posterior una cavidad casi esférica de 18 cm de diámetro y 16 cm de profundidad, que posiblemente servía par introducir reliquias, objetos sagrados o cenizas como ofrendas a difuntos. Otras muchas figuras ibéricas de carácter religiosa, halladas en otros lugares, tienen también en su espalda un hueco y como la Dama de Elche, sus hombros se muestran ligeramente curvados hacia adelante.
La escultura está bien conservada, si bien muestra numerosos golpes y erosiones y ha perdido casi toda su policromía original y la pasta vítrea que rellenaba sus ojos. Representa a una mujer de rasgos muy perfectos, posiblemente idealizados y espléndidamente ataviada con ropajes y joyas.
La pieza se encontró cerca de Elche, donde existen un montículo que los árabes llamaron Alcudia ('montículo') y que en la antigüedad estaba casi rodeado por un río. Se sabe que fue un asentamiento íbero denominado Helike (en griego) y que los romanos llamaron Colonia Iulia Illici Augusta. Cuando llegaron los árabes, situaron la ciudad más abajo, en la parte llana, conservando el topónimo romano de Illici, que fue arabizado por el sonido de <<Elche>>.
Se exhibe en el Museo Arqueologico Nacional de España, en Madrid (España).
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